37. Yo con mis hermanos entrego mi cuerpo y mi vida por las leyes de mis padres, invocando a Dios para que pronto se apiade de nuestra raza, y tú, con tormentos y azotes, llegues a confesar que él es el único Dios.





“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina