27. Y ellos, con el ídolo que se había hecho Micá y el sacerdote que tenía a su servicio, marcharon contra Lais, un pueblo tranquilo y confiado, lo pasaron a espada y prendieron fuego a la ciudad.





“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina