1. El día veintidós del primer mes del año dieciocho se trató en el palacio de Nabucodonosor, rey de Asiria, de vengarse de todas las naciones, como lo había prometido.





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina