7. De repente se presentó un ángel del Señor, y la celda quedó toda iluminada. El ángel tocó a Pedro en el costado y lo despertó diciendo: "Levántate en seguida". Y se le cayeron las cadenas de las manos.





“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina