Génesis, 13
3. Del Negueb, y por etapas, llegó hasta Betel, el lugar donde había plantado antes su tienda, entre Betel y Ay,
3. Del Negueb, y por etapas, llegó hasta Betel, el lugar donde había plantado antes su tienda, entre Betel y Ay,
Génesis 13 cuenta la historia de Abram y lotes de separación, después de volverse muy rica en ganado y bienes. Abram ofreció a Lot la elección del lugar donde se asentarían, y Lot eligió la tierra fértil del valle de Jordan. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas abordados en Génesis 13:
Génesis 12:7: "El Señor le pareció a Abram y le dijo:" A tu descenso le daré esta tierra ". Allí, Abram construyó un altar dedicado al Señor, que se le había aparecido ". Este versículo habla de la promesa de Dios a Abram de darle la tierra en la que vivía. La promesa se cumple más tarde cuando sus descendientes conquistan la tierra prometida.
Génesis 15:1: "Después de eso, la Palabra del Señor llegó a Abram en una visión:" ¡No tengas miedo, Abram! Soy tu escudo; ¡Great Be tu recompensa! " y prometiendo proteger -lo. Esta promesa de protección es importante, especialmente después de que Abram se separa del lote y está sola.
Salmo 37:4: "Deleite en el Señor, y él cumplirá los deseos de su corazón". Este versículo habla de la importancia de confiar en Dios y encontrar alegría en él. Esto es relevante para la historia de Abram, quien confiaba en Dios para guiar su camino y protegerlo.
Proverbios 18:24: "Hay amigos que conducen a la ruina, y hay amigos más cercanos que un hermano". Este versículo habla sobre la importancia de elegir buenos amigos. En la historia de Abram y Lot, vemos que la elección de Lot de establecerse en el valle de Jordan resultó ser mala para él y su familia.
Mateo 6:33: "Busca primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se te agregarán". Este versículo habla de la importancia de colocar a Dios primero en nuestras vidas. Esto es relevante para la historia de Abram y Lot, ya que Abram puso su confianza en Dios al dejar la elección de la Tierra en Lot.
“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina
