Eclesiástico, 22
4. Para la hija prudente la herencia es su marido, la desvergonzada es la tristeza de su progenitor.
4. Para la hija prudente la herencia es su marido, la desvergonzada es la tristeza de su progenitor.
“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina