8. Cuando estaban junto a la piedra grande que hay en Gabaón, Amasá se presentó delante de ellos. Joab, que iba vestido con su indumentaria militar, llevaba encima de ella un cinturón con una espada envainada y ajustada a la cintura. Y cuando se adelantó, se le cayó la espada.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina