7. Luego dijo Isaías: "Traigan un emplasto de higos". Lo trajeron, lo aplicaron sobre la úlcera, y el rey se curó.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina