5. Por eso, hasta el día de hoy los sacerdotes de Dagón y los que entran en su templo, en Asdod, no pisan el umbral.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina