Trouvé 1575 Résultats pour:

  • Cuando el cordero abrió el segundo sello, oí gritar al segundo ser viviente: Ven. (Apocalipsis 6, 3)

  • Cuando el cordero abrió el tercer sello, oí gritar al tercer ser viviente: Ven. Y vi aparecer un caballo negro, cuyo jinete tenía en la mano una balanza. (Apocalipsis 6, 5)

  • Y oí como una voz que salía de los cuatro seres vivientes, que decía: Un celemín de trigo por el salario de un día; tres celemines de cebada por el salario de un día; pero el aceite y el vino no tocarlos. (Apocalipsis 6, 6)

  • Cuando el cordero abrió el cuarto sello, oí el grito del cuarto ser viviente: Ven. (Apocalipsis 6, 7)

  • Y oí el número de los sellados de todas las tribus de Israel: ciento cuarenta y cuatro mil: (Apocalipsis 7, 4)

  • En mi visión oí un águila que volaba por medio del cielo y gritaba con voz potente: "¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra tan pronto como suenen las trompetas que los tres ángeles van a tocar!". (Apocalipsis 8, 13)

  • El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro ángulos del altar de oro que está delante de Dios, (Apocalipsis 9, 13)

  • El gran ejército de caballería constaba de doscientos millones: yo oí su número. (Apocalipsis 9, 16)

  • Los demás hombres que no fueron exterminados por estas plagas no se arrepintieron de las obras de sus manos, ni cesaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no podían ni ver, ni oír, ni caminar; (Apocalipsis 9, 20)

  • y gritó con voz potente, como el rugido del león. Cuando gritó, los siete truenos hicieron oír sus voces. (Apocalipsis 10, 3)

  • Cuando hablaron los siete truenos, me dispuse a escribir; pero oí una voz del cielo, que decía: "Ten en secreto lo que han dicho los siete truenos, y no lo escribas". (Apocalipsis 10, 4)

  • Después, la voz del cielo que había oído me habló de nuevo y me dijo: "Anda, toma el libro abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra". (Apocalipsis 10, 8)


“Jesus vê, conhece e pesa todas as suas ações.” São Padre Pio de Pietrelcina