Trouvé 55 Résultats pour: efecto

  • En efecto, conforme a la palabra del Señor, Janamel, mi primo, vino a verme, al patio de la prisión, y me dijo: "Compra el campo que tengo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de propiedad y el de rescate para adquirirlo". Comprendí que era una orden del Señor, (Jeremías 32, 8)

  • Vinieron, en efecto, todos los dignatarios a interrogar a Jeremías; pero él les contestó conforme a la sugerencia del rey y no lo molestaron más, pues la conversación no había sido oída. (Jeremías 38, 27)

  • Eran, en efecto, tres pisos, pero sin columnas como las del atrio; por eso las superiores eran más estrechas respecto de las inferiores y las intermedias. (Ezequiel 42, 6)

  • En efecto, la longitud de las salas que daban al atrio exterior era de veinticinco metros, mientras que por el lado de la fachada del santuario era de cincuenta metros. (Ezequiel 42, 8)

  • Toda la zona reservada formará un cuadrado de doce kilómetros y medio de lado. Reservaréis, en efecto, la zona sagrada, incluyendo la posesión de la ciudad. (Ezequiel 48, 20)

  • En efecto, en Daniel, a quien el rey puso el nombre de Baltasar, se encontró un espíritu superior, una inteligencia, una intuición especial para comprender sueños, descifrar enigmas y resolver dificultades. Llamad, pues, a Daniel, que él dará la interpretación". (Daniel 5, 12)

  • En efecto, todos los profetas y la ley anunciaron este reino hasta que vino Juan. (Mateo 11, 13)

  • En efecto, ¿quién es más grande, el que se sienta a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Pues bien, yo estoy en medio de vosotros como el que sirve. (Lucas 22, 27)

  • De su plenitud, en efecto, todos nosotros hemos recibido, y gracia sobre gracia. (Juan 1, 16)

  • En efecto, el que obra mal odia la luz y no va a la luz, para que no se descubran sus obras. (Juan 3, 20)

  • y lo hice, en efecto, en Jerusalén; con la autorización de los sumos sacerdotes, metí en la cárcel a muchos fieles y di mi voto para que los condenaran a muerte. (Hechos 26, 10)

  • En efecto, lo que la ley era incapaz de hacer, debido a los bajos instintos del hombre, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador, como sacrificio por el pecado y para condenar el pecado en su misma naturaleza humana. (Romanos 8, 3)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina