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El lecho sobre el que haya dormido durante el tiempo de su hemorragia será para ella como el lecho de los días de su menstruación, y todo mueble sobre el que se haya sentado será impuro, como si se tratara de la impureza de su menstruación. (Levítico 15, 26)
El sacerdote los ofrecerá, uno en sacrificio por el pecado y otro en holocausto. Hará sobre ella, delante del Señor, el rito de absolución por la impureza de su hemorragia. (Levítico 15, 30)
Inmolará entonces el macho cabrío destinado para el sacrificio por el pecado del pueblo, llevará su sangre detrás del velo y hará con ella lo mismo que hizo con la sangre del novillo, rociándola sobre el propiciatorio y delante de él: (Levítico 16, 15)
Una vez fuera, irá al altar que está delante del Señor y hará sobre él el rito de absolución; tomará sangre del novillo y del macho cabrío, untará con ella los cuernos del altar todo alrededor (Levítico 16, 18)
porque la sangre es la vida de todo ser viviente. Por eso he dicho yo a los israelitas: No comeréis la sangre de ningún animal, porque la sangre es la vida de todo ser viviente; quien comiere de ella será extirpado. (Levítico 17, 14)
Ninguno de vosotros se acercará a mujer de su propia familia para tener relaciones sexuales con ella: yo, el Señor. (Levítico 18, 6)
ni con tu hermana, por parte de padre o de madre, nacida en casa o fuera de ella; (Levítico 18, 9)
no tomarás por mujer a la hermana de tu esposa, ni tendrás relaciones sexuales con ella mientras tu esposa viva, pues crearías rivalidades entre ellas. (Levítico 18, 18)
Que no os veáis vomitados por la tierra al sentirse impura por vosotros, como fueron vomitados los pueblos que os precedieron en ella. (Levítico 18, 28)
Si se come de ella el día tercero, estando ya corrompida, Dios no la aceptará; (Levítico 19, 7)
Si uno se acuesta con una mujer durante el período de su menstruación y tiene relaciones sexuales con ella, descubre la sangre de la mujer en su fuente y la mujer descubre la fuente de su propia sangre; los dos serán extirpados de en medio de su pueblo. (Levítico 20, 18)
"Guardad todas mis leyes, todas mis prescripciones y ponedlas en práctica, de manera que no os veáis vomitados por la tierra a la que yo os llevo para que habitéis en ella. (Levítico 20, 22)
