Trouvé 97 Résultats pour: oídos
La Perdición y la Muerte dicen: "Sólo su fama llegó a nuestros oídos". (Job 28, 22)
Sí, tú has dicho a mis oídos -yo escuché el sonido de tus palabras-: (Job 33, 8)
Pero en mi angustia invoqué al Señor, grité a mi Dios pidiendo auxilio, y él escuchó mi voz desde su Templo, mi grito llegó hasta sus oídos. (Salmos 18, 7)
Los ojos del Señor miran al justo y sus oídos escuchan su clamor; (Salmos 34, 16)
Señor, nuestros padres nos contaron, y por eso llegó a nuestros oídos, la obra que hiciste antiguamente, (Salmos 44, 2)
Tienen un veneno semejante al de las víboras; son como una serpiente sorda, que cierra los oídos, (Salmos 58, 5)
Mis ojos han desafiado a mis calumniadores, mis oídos han escuchado la derrota de los malvados. (Salmos 92, 12)
¡Señor, oye mi voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria. (Salmos 130, 2)
Su fama llegó a oídos del rey, y por todas partes se comentaban las batallas de Judas. (I Macabeos 3, 26)
Entre tanto, la fama de los romanos llegó a oídos de Judas: supo que eran guerreros valerosos, se mostraban benévolos con todos sus aliados y entablaban amistad con todos los que acudían a ellos; sobre todo, se enteró de que eran guerreros valerosos. (I Macabeos 8, 1)
El anuncio de la expedición de Nicanor llegó a oídos de Judas. Cuando este comunicó a sus acompañantes que se acercaba al ejército enemigo, (II Macabeos 8, 12)
Porque así como beber solamente vino o solamente agua es perjudicial y, en cambio, el vino mezclado con agua es agradable y produce un placer especial, de la misma manera la disposición armoniosa del relato agrada a los oídos de los que leen la obra. Y con esto, llegamos al fin. (II Macabeos 15, 39)