Baruc, 2
32. y me alabarán en el país de su destierro y se acordarán de mi nombre;
32. y me alabarán en el país de su destierro y se acordarán de mi nombre;
Baruc 2 es un capítulo del Antiguo Testamento que presenta una oración penitencial escrita por el Profeta Baruc en el nombre de la gente de Israel, que sufre las consecuencias del exilio en Babilonia debido a su desobediencia a Dios. En esta oración, Baruc reconoce los pecados de la gente y le pide a Dios que tenga misericordia y perdone sus pecados. Los siguientes son cinco versículos relacionados con los temas cubiertos en Baruc 2, en orden de proximidad al capítulo:
Jeremías 14:20: "Reconocemos, oh Señor, nuestras plataformas, la iniquidad de nuestros padres; porque pecamos contra ti". Este versículo reconoce la culpa del pueblo de Israel por los pecados que cometieron contra Dios, el tema central de la oración de Baruc.
Salmo 106:6: "Pecemos como nuestros padres, cometimos iniquidad, fuimos malvados". Este versículo reconoce la conexión entre los pecados del pueblo de Israel y los pecados de sus antepasados, como lo mencionan Baruc en su oración.
Salmo 130:3-4: "Si tú, Señor, observa las iniquidades, Señor, ¿quién subsistirá? Pero perdonar es perdón, que puedas ser temido". Este versículo destaca la naturaleza misericordiosa de Dios, un tema que es fundamental para la oración de Baruc.
Nehemías 9:17: "Se negaron a obedecer y no recordaron los maravillosos logros que hicieron entre ellos; endurecieron su cuello y, en su rebelión, propusieron poner a un jefe para regresar a su esclavitud. Pero tú eres un Dios que perdonó , Clement y misericordioso, tarde, enojado y genial en amabilidad, y no los ha abandonado ". Este versículo destaca la naturaleza indulgente de Dios, un tema importante en la oración de Baruc.
Isaías 55:6-7: "Busca al Señor siempre que uno pueda encontrar, invocarlo mientras esté cerca. Deja a los malvados a su manera, y al hombre malvado, sus pensamientos y se convierte al Señor, que se simpatizará; Nuestro Dios, porque es genial perdonar ". Este versículo destaca la importancia de buscar a Dios y el arrepentimiento, temas centrales en la oración de Baruc.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina