13. Al otro día David lo invitó a comer y a beber con él, hasta que lo embriagó; pero por la tarde Urías no bajó a su casa, sino que durmió con los servidores del rey.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina