35. Lisias vio que su ejército se desanimaba, mientras que los hombres de Judas se entusiasmaban hasta el punto de estar dispuestos a vivir o morir gloriosamente. Partió, pues, hacia Antioquía, y allí reclutó mercenarios para agrandar su ejército, con el propósito de volver a Judea.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina