12. Hijo mío, guárdate de toda inmoralidad, y ante todo elige una mujer de la raza de tus padres. No te cases con mujer extranjera, o que no sea de la raza de tus padres, pues somos descendientes de los profetas. Recuerda, hijo mío, que Noé, Abrahán, Isaac y Jacob, nuestros padres, se casaron con mujeres de su parentela y fueron bendecidos en sus hijos y su posteridad heredó la tierra.





“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina