Tobías, 13
16. Bienaventurados también todos los hombres que lloren tus calamidades, porque se alegrarán en ti contemplando tu gloria para siempre. Alma mía, bendice al Señor, el rey grande,
16. Bienaventurados también todos los hombres que lloren tus calamidades, porque se alegrarán en ti contemplando tu gloria para siempre. Alma mía, bendice al Señor, el rey grande,
“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina