24. En su vestidura talar estaba representado el mundo entero; los nombres gloriosos de los padres estaban grabados sobre las cuatro filas de piedras preciosas, y tu majestad sobre la diadema de su cabeza.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina