36. Esto es lo que el Señor exigió de los israelitas en favor de los sacerdotes desde el día de su consagración: es ley perpetua para todas las generaciones.





“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina