6. Vete tú, y en el libro en que has escrito a mi dictado las palabras del Señor, léelas en alta voz al pueblo en el templo del Señor un día de ayuno, y léelas también a los judíos que vengan de sus ciudades.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina