8. Debajo de las alas, en los cuatro lados, salían manos humanas; los cuatro tenían el mismo aspecto y las alas de iguales dimensiones.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina