17. Una pasión ardiente quema como el fuego; no se apagará hasta consumirse. El hombre sensual con su propio cuerpo no cesará hasta que su fuego lo devore. Al lujurioso todo pan le sabe dulce, no se cansará hasta su muerte.





“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina