Eclesiastés, 5
9. El que ama el dinero nunca se harta de él; y el que ama las riquezas no obtiene provecho. También esto es vanidad.
9. El que ama el dinero nunca se harta de él; y el que ama las riquezas no obtiene provecho. También esto es vanidad.
“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina