51. Sentíamos vergüenza al oír el ultraje, la confusión cubría nuestro rostro, porque penetraron extranjeros en los lugares santos de la Casa del Señor.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina