Jeremías, 51
51. Sentíamos vergüenza al oír el ultraje, la confusión cubría nuestro rostro, porque penetraron extranjeros en los lugares santos de la Casa del Señor.
51. Sentíamos vergüenza al oír el ultraje, la confusión cubría nuestro rostro, porque penetraron extranjeros en los lugares santos de la Casa del Señor.
“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina