4. Que encuentren en ti un asilo los desterrados de Moab, sé tú su escondite frente al devastador. Porque cuando cese la extorsión, se acabe la devastación y se vaya del país el que lo pisotea,





“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina