38. Te ruego que me dejes volver, y así moriré en mi ciudad junto a la tumba de mi padre y de mi madre. Ahí tienes a tu servidor Quimhám: que él siga adelante con mi señor, el rey, y trátalo como mejor te parezca".





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina