2. Él se había casado con una mujer llamada Susana, hija de Jilquías, que era muy hermosa y temía a Dios,





“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina