Löydetty 13 Tulokset: trabaja

  • y morirá todo primogénito en Egipto, desde el primogénito del Faraón, que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la esclava, que trabaja en el molino, y todo primogénito de los animales. (Exodo 11, 5)

  • El hambre del trabajador trabaja para él, porque la exigencia de su boca le estimula. (Proverbios 16, 26)

  • Busca lana y lino, y trabaja con su mano solícita. (Proverbios 31, 13)

  • Ya fuese labrador o pastor, ya fuese un obrero que trabaja en solitario, sufría, sorprendido, el castigo inevitable; pero todos estaban atados por una misma cadena de tinieblas. (Sabiduría 17, 17)

  • Más vale el que trabaja y tiene de todo que el que es presumido y carece de pan. (Eclesiástico 10, 27)

  • Aunque los persigas, no los alcanzarás; y aunque huyas, no podrás escapar de ellos. Hay quien trabaja, se fatiga y corre, y con todo queda más atrás. (Eclesiástico 11, 11)

  • El pobre trabaja porque necesita vivir, y si descansa cae otra vez en la miseria. (Eclesiástico 31, 4)

  • E igual el obrero o artesano que trabaja día y noche; el que graba los sellos y se esfuerza en varios diseños, que pone su atención en reproducir el modelo y pasa sus vigilias en rematar su obra. (Eclesiástico 38, 27)

  • El forjador trabaja al fuego y da forma a su obra a martillazos; la trabaja a fuerza de brazos; siente hambre, está agotado; no bebe agua, está extenuado. (Isaías 44, 12)

  • El que trabaja la madera tira la cuerda de medir, diseña el ídolo a lápiz, lo trabaja a la azuela, sigue el diseño con el compás y lo modela semejante a una figura humana, conforme a las facciones de un hombre, para que habite en un templo. (Isaías 44, 13)

  • Ahora bien, al que trabaja no se le abona el jornal como una gratificación, sino como una deuda; (Romanos 4, 4)

  • en cambio, al que no trabaja, pero cree en el que justifica al culpable, su fe se le cuenta como justicia. (Romanos 4, 5)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina