Löydetty 255 Tulokset: todavía
¿Hay alguno que tenga plantada una viña y no la haya vendimiado todavía? Que se vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y sea otro quien recoja sus frutos. (Deuteronomio 20, 6)
¿Hay alguno que tenga compromiso de matrimonio y todavía no se haya casado? Que se vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y se case otro con su prometida. (Deuteronomio 20, 7)
para localizar la más cercana. Entonces los ancianos de esta ciudad tomarán una becerra que no haya trabajado todavía ni haya sido uncida al yugo, (Deuteronomio 21, 3)
El hombre más delicado y refinado entre vosotros mirará con malos ojos a su hermano, a la esposa de su corazón y a los hijos que todavía le quedan, (Deuteronomio 28, 54)
para llevarte de nuevo a la tierra que poseyeron tus padres, darte posesión de ella, hacerte feliz y más numeroso todavía que ellos. (Deuteronomio 30, 5)
Moisés dirigió todavía estas palabras a todo Israel: (Deuteronomio 31, 1)
Deben oírla especialmente vuestros hijos, que no la conocen todavía, para que aprendan a respetar al Señor, vuestro Dios, todos los días que viváis en la tierra que vais a ocupar una vez cruzado el Jordán". (Deuteronomio 31, 13)
Sí, aquel día me apartaré todavía más de ellos por tanto mal como habrán hecho yéndose tras otros dioses. (Deuteronomio 31, 18)
porque yo sé que eres un pueblo rebelde y de cabeza dura. Si hoy, cuando yo estoy todavía en medio de vosotros, sois rebeldes al Señor, cuánto más lo seréis después de mi muerte. (Deuteronomio 31, 27)
Al rey de Ay lo colgó de un árbol hasta la tarde; a la puesta del sol mandó que descolgaran el cadáver y lo tiraran a la puerta de la ciudad. Y echaron sobre él un gran montón de piedras, que todavía existe hoy. (Josué 8, 29)
Mirad nuestro pan; todavía estaba caliente cuando lo tomamos en nuestras casas el día que partimos para salir a vuestro encuentro, y ahora está duro y hecho migas; (Josué 9, 12)
Pero, al ponerse el sol, Josué mandó descolgarlos y echarlos en la cueva donde se habían escondido. Y pusieron grandes piedras en la entrada de la cueva, y allí están todavía hoy. (Josué 10, 27)