Löydetty 584 Tulokset: sólo

  • Pero ¿cómo puedo yo solo soportar vuestro peso, vuestras cargas y vuestros pleitos? (Deuteronomio 1, 12)

  • Ni un solo hombre de esta generación perversa verá esta buena tierra que yo juré dar a vuestros padres, (Deuteronomio 1, 35)

  • A precio de plata me venderás los víveres que coma, y por dinero me darás el agua que beba. Permíteme sólo pasar a pie, (Deuteronomio 2, 28)

  • El Señor os dispersará entre los pueblos, y sólo quedará de vosotros un pequeño número en medio de las naciones entre las que el Señor os arrojará. (Deuteronomio 4, 27)

  • Te ha humillado y te ha hecho sentir hambre para alimentarte luego con el maná, desconocido de tus mayores; para que aprendieras que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. (Deuteronomio 8, 3)

  • Sin embargo, sólo se unió con tus padres, y esto por amor; y después de ellos eligió a sus descendientes, vosotros mismos, entre todas las naciones, hasta el día de hoy. (Deuteronomio 10, 15)

  • No se podrá ejecutar al reo de muerte más que por la declaración de dos o tres testigos; nadie será condenado a muerte por la declaración de un solo testigo. (Deuteronomio 17, 6)

  • Un solo testigo no basta para probar la culpabilidad de un hombre en cualquier clase de falta o delito que sea. La sentencia se apoyará en la declaración de dos o tres testigos, cualquiera que sea el delito. (Deuteronomio 19, 15)

  • deja volar a la madre y quédate sólo con los pollos. Así te irá bien y tendrás una vida larga. (Deuteronomio 22, 7)

  • al no querer compartir con ellos la carne de sus hijos, que se comerá él solo, por no quedarle otra cosa en medio del asedio y de la angustia a que te habrá reducido tu enemigo en todas tus ciudades. (Deuteronomio 28, 55)

  • Pero no sólo con vosotros hago yo hoy esta alianza y este juramento; (Deuteronomio 29, 13)

  • El Señor solo lo guiaba, no había con él dios extranjero. (Deuteronomio 32, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina