Löydetty 3264 Tulokset: pueblo de Israel

  • Porque la mente de este pueblo se ha embotado, han tapado sus oídos y han cerrado sus ojos para no ver con sus ojos, ni oír con los oídos, ni entender con la mente, ni convertirse para que los cure. (Hechos 28, 27)

  • Y no es que las promesas de Dios no se hayan cumplido, porque no todos los descendientes de Israel son Israel; (Romanos 9, 6)

  • Como dice en el libro de Oseas: Llamaré al que no es mi pueblo, pueblo mío; y a la no amada, amada. (Romanos 9, 25)

  • Y donde les dije: Vosotros no sois mi pueblo, allí serán llamados hijos del Dios vivo. (Romanos 9, 26)

  • Isaías clama sobre Israel: Aunque el número de los israelitas fuera como la arena del mar, sólo un resto se salvará; (Romanos 9, 27)

  • pero Israel, persiguiendo la ley de la justicia, no llegó a conseguir esa ley. (Romanos 9, 31)

  • Pero digo además: ¿Será que Israel no se ha dado cuenta? Moisés dice: Yo os provocaré a celos de uno que no es mi pueblo, y os irritaré contra un pueblo insensato. (Romanos 10, 19)

  • Pero a Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo incrédulo y rebelde. (Romanos 10, 21)

  • Yo pregunto: ¿Es que Dios ha rechazado a su pueblo? De ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abrahán, de la tribu de Benjamín. (Romanos 11, 1)

  • Dios no ha rechazado a su pueblo, a quien de antemano eligió. ¿Es que no sabéis lo que dice la Escritura a propósito de Elías, cuando éste interviene contra Israel? (Romanos 11, 2)

  • Esto quiere decir que lo que Israel buscaba no lo alcanzó, mientras que los elegidos lo consiguieron; y los demás fueron endurecidos, (Romanos 11, 7)

  • Por tanto, yo pregunto: ¿Es que tropezaron sólo para caer? De ninguna manera. Su caída ha servido para la salvación de los paganos, provocando así la envidia en Israel. (Romanos 11, 11)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina