Löydetty 156 Tulokset: propia

  • Mató también a un egipcio de gran talla. El egipcio blandía una lanza, y fue contra él con un palo; pero él le quitó la lanza al egipcio y le mató con su propia lanza. (II Samuel 23, 21)

  • y él les ordenó: "Tomad con vosotros a los servidores de vuestro señor, montad a mi hijo Salomón sobre mi propia mula y llevadlo a Guijón. (I Reyes 1, 33)

  • Del mismo estilo hizo la propia casa, en un atrio distinto detrás del pórtico; y a la hija del Faraón, que había tomado por esposa, le hizo una casa al estilo del pórtico. (I Reyes 7, 8)

  • y añadió: "Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido con su propia mano lo que con su boca había prometido a mi padre David diciendo: (I Reyes 8, 15)

  • El rey Salomón, por su parte, dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, aparte de lo que le regaló con la munificencia propia del rey Salomón. La reina se despidió y, con su séquito, emprendió el viaje de regreso a su país. (I Reyes 10, 13)

  • Sin embargo, no le quitaré el reino de su propia mano, sino que le mantendré en él todos los días de su vida, en atención a mi siervo David, a quien elegí y que guardó mis preceptos y mis leyes. (I Reyes 11, 34)

  • Lo enterró en su propia sepultura, y le lloraron: "¡Ay, hermano mío!". (I Reyes 13, 30)

  • Sus mismos servidores tramaron una conjura contra él y lo asesinaron en su propia casa; (II Reyes 21, 23)

  • Y añadió: "Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido con su propia mano lo que con su boca había prometido a mi padre David, diciendo: (II Crónicas 6, 4)

  • Sus mismos servidores tramaron una conjura contra él y lo asesinaron en su propia casa. (II Crónicas 33, 24)

  • A partir de la puerta de los Caballos trabajaron los sacerdotes, cada uno frente a su propia casa. (Nehemías 3, 28)

  • y les di estas órdenes: "No se abrirán las puertas de Jerusalén hasta que el sol comience ya a calentar; y antes que se ponga, se cerrarán bien echando las barras. Los habitantes de Jerusalén montarán guardia, unos en su puesto y otros delante de su propia casa". (Nehemías 7, 3)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina