Löydetty 168 Tulokset: piedras preciosas

  • En cuanto a las doce piedras que habían sido tomadas del Jordán, Josué las levantó en Guilgal. (Josué 4, 20)

  • Entonces dijo a los israelitas: "Cuando el día de mañana vuestros hijos pregunten a sus padres: ¿Qué significan estas piedras?, (Josué 4, 21)

  • Y pusieron sobre él un gran montón de piedras, que existe hasta el día de hoy. Entonces el Señor aplacó su ardiente cólera. Por eso aquel lugar recibió el nombre de valle de Acor hasta el día de hoy. (Josué 7, 26)

  • Al rey de Ay lo colgó de un árbol hasta la tarde; a la puesta del sol mandó que descolgaran el cadáver y lo tiraran a la puerta de la ciudad. Y echaron sobre él un gran montón de piedras, que todavía existe hoy. (Josué 8, 29)

  • como Moisés, siervo del Señor, había ordenado a los israelitas, según está escrito en el libro de la ley de Moisés: "Un altar de piedras sin labrar". Sobre él ofrecieron holocaustos al Señor y presentaron sacrificios de reconciliación. (Josué 8, 31)

  • Allí escribió Josué sobre las piedras una copia del libro de la ley que Moisés había escrito para los israelitas. (Josué 8, 32)

  • Cuando huían ante Israel en la pendiente de Bejorón, el Señor hizo caer del cielo sobre ellos un pedrisco terrible hasta Azeca, y murieron más por las piedras de granizo que por la espada de los israelitas. (Josué 10, 11)

  • Josué dijo: "Rodad grandes piedras a la entrada de la cueva y apartad unos cuantos hombres para guardarla. (Josué 10, 18)

  • Pero, al ponerse el sol, Josué mandó descolgarlos y echarlos en la cueva donde se habían escondido. Y pusieron grandes piedras en la entrada de la cueva, y allí están todavía hoy. (Josué 10, 27)

  • David tomó su cayado, escogió en el torrente cinco piedras bien lisas y las metió en su zurrón de pastor; tomó la honda y avanzó hacia el filisteo. (I Samuel 17, 40)

  • El muchacho se marchó, y entonces David salió de junto al montón de piedras y se postró en tierra por tres veces. Después ambos se abrazaron y lloraron juntos largo tiempo. (I Samuel 20, 41)

  • Aunque alguno se levante para perseguirte y buscar tu vida, la vida de mi señor está guardada en la bolsa de la vida, junto al Señor, tu Dios; pero la vida de tus enemigos la lanzará lejos, como se lanzan las piedras con la honda. (I Samuel 25, 29)


“Que Nossa Senhora aumente a graça em você e a faça digna do Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina