Löydetty 2607 Tulokset: pero

  • Pero ni por un momento les prestamos sumisión, para que la verdad del evangelio persevere entre vosotros. (Gálatas 2, 5)

  • Pues antes de que viniesen algunos de parte de Santiago, él comía con los paganos; pero cuando vinieron, se retrajo y se apartó por miedo a los judíos; (Gálatas 2, 12)

  • pero sabemos que nadie se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo; nosotros creemos en Cristo Jesús para ser justificados por la fe de Cristo, no por las obras de la ley; porque nadie será justificado por las obras de la ley. (Gálatas 2, 16)

  • Pero si buscando ser justificados por Cristo resulta que somos pecadores, ¿será acaso Cristo ministro del pecado? De ninguna manera. (Gálatas 2, 17)

  • Pero los que se atienen al cumplimiento de la ley están bajo maldición, como dice la Escritura: Maldito sea el que no cumple todo lo que está escrito en la ley. (Gálatas 3, 10)

  • Pero la ley no procede de la fe, sino que dice: El que cumpla estos preceptos, por ellos vivirá. (Gálatas 3, 12)

  • Pues si la herencia depende del cumplimiento de la ley, ya no se debe a la promesa; pero la verdad es que Dios prometió a Abrahán dársela gratuitamente. (Gálatas 3, 18)

  • Pero el mediador no lo es de uno solo, y Dios es uno solo. (Gálatas 3, 20)

  • Pero, según la Escritura, todo el mundo está bajo el pecado, para que la promesa de Dios se cumpla en los creyentes por la fe en Jesucristo. (Gálatas 3, 22)

  • pero, después de haber venido la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. (Gálatas 3, 25)

  • Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, (Gálatas 4, 4)

  • pero ahora que conocéis a Dios, o, mejor dicho, que sois conocidos por Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los cuales nuevamente queréis servir otra vez como esclavos? (Gálatas 4, 9)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina