Löydetty 2607 Tulokset: pero

  • esperamos anunciar el evangelio a regiones más allá de las vuestras, pero sin invadir campos ajenos, para no presumir de trabajos que han hecho otros; (II Corintios 10, 16)

  • Pero temo que, como la serpiente engañó con su astucia a Eva, pervierta también vuestros pensamientos y os apartéis de la fidelidad y de la consagración a Cristo. (II Corintios 11, 3)

  • Pero yo creo que en nada soy inferior a esos eminentes apóstoles. (II Corintios 11, 5)

  • No es, por tanto, de extrañar que sus ministros se disfracen de ministros de justicia; pero su fin será conforme a sus obras. (II Corintios 11, 15)

  • Me da vergüenza decirlo: todo esto hace creer que me he portado con demasiada debilidad con vosotros. Pero de lo que otro se atreva a presumir -hablo a lo loco-, también yo. (II Corintios 11, 21)

  • De ese hombre presumiré, pero de mí no presumiré sino de mis flaquezas. (II Corintios 12, 5)

  • Si intentase presumir, no sería ninguna tontería, pues diría la verdad; pero no lo hago, para que nadie me considere sobre lo que ve en mí y oye de mí. (II Corintios 12, 6)

  • He hecho el tonto, pero vosotros me obligasteis. Pues debíais alabarme, ya que en nada les fui en zaga a los más eximios apóstoles, aunque nada soy. (II Corintios 12, 11)

  • Yo no fui una carga para vosotros; pero algunos decís que, como soy muy astuto, os hice caer en la trampa. (II Corintios 12, 16)

  • Fue crucificado en razón de su flaqueza, pero ahora vive por el poder de Dios. Yo también participo de su debilidad y participaré, frente a vosotros, de su poderosa vida divina. (II Corintios 13, 4)

  • Pero si yo mismo o incluso un ángel del cielo os anuncia un evangelio distinto del que yo os anuncié, sea maldito. (Gálatas 1, 8)

  • Pero cuando Dios, que me había elegido desde el vientre de mi madre, me llamó por su gracia (Gálatas 1, 15)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina