Löydetty 147 Tulokset: nunca

  • Nunca te apresures, para no ser rechazado; pero no andes muy lejos, para que no seas olvidado. (Eclesiástico 13, 10)

  • Dichoso el hombre al que su conciencia no lo acusa, que no pierde nunca su esperanza. (Eclesiástico 14, 2)

  • El obrero bebedor nunca se hará rico; quien desprecia lo poco no tardará en caer. (Eclesiástico 19, 1)

  • Muchos alabarán su inteligencia y nunca se le olvidará. No se borrará su memoria y su nombre vivirá de generación en generación. (Eclesiástico 39, 9)

  • Para glorificar al Señor, alabadlo cuanto podáis, porque está muy por encima de vuestras alabanzas. Y al exaltarlo, poned en ello todo empeño; no os canséis, pues nunca llegaréis al fin. (Eclesiástico 43, 30)

  • Nunca antes de él se había visto cosa tal, jamás un extraño las había vestido, sino sólo sus hijos y su descendencia por siempre. (Eclesiástico 45, 13)

  • El Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y la casa de tu padre días tales como nunca vinieron desde que Efraín se separó de Judá, esto es, el rey de Asiria. (Isaías 7, 17)

  • No estarás tú junto a ellos en la tumba, porque tu tierra has desolado y has matado a tu pueblo. Nunca jamás será nombrada la raza de los criminales. (Isaías 14, 20)

  • Por eso, esto dice el Señor, Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abrahán: Ya nunca volverá Jacob a avergonzarse, ni palidecerá más su rostro; (Isaías 29, 22)

  • Serás fundada en la justicia, y estarás a salvo de la opresión, pues nada temerás; a salvo de la destrucción, que nunca más te alcanzará. (Isaías 54, 14)

  • yo les daré en mi casa, entre mis muros, un memorial y un nombre mejor que hijos e hijas; un nombre eterno les daré, que nunca más se borrará. (Isaías 56, 5)

  • Sobre tus murallas, Jerusalén, he apostado centinelas, para que ni de día ni de noche se callen nunca. Vosotros, los que rendís memoria al Señor, no os concedáis reposo. (Isaías 62, 6)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina