Löydetty 974 Tulokset: libro de la vida

  • deja volar a la madre y quédate sólo con los pollos. Así te irá bien y tendrás una vida larga. (Deuteronomio 22, 7)

  • condenándolo a pagar cien monedas de plata como reparación al padre de la joven, puesto que este hombre ha difamado a una virgen de Israel. Ella continuará siendo su mujer, y no podrá divorciarse de ella en toda su vida. (Deuteronomio 22, 19)

  • el hombre debe pagar al padre de la joven cincuenta monedas de plata, se casará con ella por haberla deshonrado y no podrá divorciarse de ella en toda su vida. (Deuteronomio 22, 29)

  • No buscarás su prosperidad ni su bienestar jamás, en todos los días de tu vida. (Deuteronomio 23, 7)

  • Nadie tomará en prenda las dos piezas de su molino, ni siquiera la piedra superior, pues sería tomar en prenda la vida. (Deuteronomio 24, 6)

  • Si no pones en práctica todas las palabras de esta ley, escrita en este libro; si no respetas este glorioso e imponente nombre del Señor, tu Dios, (Deuteronomio 28, 58)

  • Más aún; el Señor enviará sobre ti, hasta que seas exterminado, toda clase de enfermedades y calamidades que no están escritas en el libro de la ley. (Deuteronomio 28, 61)

  • Tu vida estará siempre en peligro, estarás amedrentado día y noche y no tendrás seguridad. (Deuteronomio 28, 66)

  • el Señor no le perdonará, sino que la ira y la indignación del Señor se encenderán contra él, y todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre él hasta borrar su nombre de debajo de los cielos. (Deuteronomio 29, 19)

  • El Señor lo separará de las tribus de Israel para su perdición, según las maldiciones de la alianza escritas en este libro de la ley. (Deuteronomio 29, 20)

  • Por eso la ira del Señor se encendió contra esta tierra hasta hacer venir sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro. (Deuteronomio 29, 26)

  • si le obedeces, observas sus mandamientos y preceptos escritos en el libro de esta ley, y si te vuelves a él con todo tu corazón y toda tu alma. (Deuteronomio 30, 10)


“Deus sempre nos dá o que é melhor para nós.” São Padre Pio de Pietrelcina