Löydetty 974 Tulokset: libro de la vida

  • Le dieron el poder de dar vida a la estatua de la bestia hasta el punto de hacerla hablar y que hiciera matar a todos los que no la adorasen. (Apocalipsis 13, 15)

  • La bestia que has visto era, pero ya no es; va a subir del abismo y a encaminarse hacia su ruina. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se llenarán de estupor cuando vean reaparecer a la bestia que era y ya no es. (Apocalipsis 17, 8)

  • Vi los muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono; entonces fueron abiertos los libros; fue abierto también otro libro, el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados según el contenido de los libros, cada uno según sus obras. (Apocalipsis 20, 12)

  • Y el que no fue encontrado escrito en el libro de la vida fue arrojado al estanque de fuego. (Apocalipsis 20, 15)

  • Y añadió: "Está hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. (Apocalipsis 21, 6)

  • En ella no entrará nada impuro ni quien comete abominación o mentira, sino únicamente quienes han sido inscritos en el libro de la vida del cordero. (Apocalipsis 21, 27)

  • En medio de la plaza de la ciudad, y a un lado y otro del río, hay árboles de la vida, que dan doce frutos al año, una vez al mes. Las hojas de los árboles sirven para curar a las naciones. (Apocalipsis 22, 2)

  • Voy a llegar en seguida. Dichoso el que guarda la palabra de la profecía de este libro". (Apocalipsis 22, 7)

  • Pero él me dijo: "No lo hagas, pues yo soy un servidor, como tú y tus hermanos los profetas y los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios". (Apocalipsis 22, 9)

  • Y me dijo: "No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está próximo. (Apocalipsis 22, 10)

  • Dichosos los que lavan sus vestidos para tener derecho al árbol de la vida y a entrar en la ciudad por las puertas. (Apocalipsis 22, 14)

  • El Espíritu y la esposa dicen: "Ven". El que escuche, diga: "Ven". El que tenga sed, que venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida. (Apocalipsis 22, 17)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina