Löydetty 3593 Tulokset: les

  • Y les dio esta orden: "Así hablaréis a mi señor, Esaú. Éste es el mensaje de tu esclavo Jacob: He vivido en casa de Labán y he estado con él hasta ahora. (Génesis 32, 5)

  • Dio a sus esclavos las manadas por separado y les dijo: "Id delante de mí, dejando un espacio entre manada y manada". (Génesis 32, 17)

  • Jamor les habló así: "Mi hijo Siquén ama de corazón a vuestra hija; dádsela por mujer; (Génesis 34, 8)

  • Les dijeron: "Nosotros no podemos hacer cosa semejante: dar nuestra hermana a un hombre incircunciso, pues eso sería para nosotros un oprobio. (Génesis 34, 14)

  • "Estos hombres son gente de paz; que se queden a vivir con nosotros en el país y que se muevan en él con plena libertad, pues hay por todas partes espacio suficiente para ellos. Nosotros tomaremos a sus hijas por mujeres y a ellos les daremos las nuestras. (Génesis 34, 21)

  • Timná era una concubina de Elifaz, y le dio a Amalec. Tales fueron los hijos de Adá, mujer de Esaú. (Génesis 36, 12)

  • Tales fueron los hijos de Basemat, mujer de Esaú. Hijos de Olibamá, hija de Aná, hijo de Sibeón, mujer de Esaú: Yeús, Yalán y Coré. (Génesis 36, 14)

  • Coré, Gatán, Amalec. Tales fueron los jefes de Elifaz en la tierra de Edón, los hijos de Adá. (Génesis 36, 16)

  • Hijos de Reuel, hijo de Esaú: Nájat, Zéraj, Samá y Mizá. Tales fueron los jefes de tribu, hijos de Reuel, en el país de Edón; son los hijos de Basemat, mujer de Esaú. (Génesis 36, 17)

  • Hijos de Olibamá, mujer de Esaú: Yeús, Yalán, Coré. Tales fueron los jefes de tribu, hijos de Olibamá, hija de Aná y mujer de Esaú. (Génesis 36, 18)

  • Tales fueron los hijos de Esaú, y tales sus jefes de tribu: él es Edón. (Génesis 36, 19)

  • Disón, Éser y Disán. Tales fueron los jefes de tribu de los hurritas, hijos de Seír, en el país de Edón. (Génesis 36, 21)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina