Löydetty 3593 Tulokset: les
Y él les dijo: "Estad tranquilos, no temáis. Fue vuestro Dios y el Dios de vuestro padre el que puso un tesoro en vuestros sacos; yo recibí vuestro dinero". Y les sacó a Simeón. (Génesis 43, 23)
Después los introdujo en la casa de José, les llevó agua para que se lavaran los pies y dio forraje a sus asnos. (Génesis 43, 24)
Él les preguntó: "¿Qué tal estáis? ¿Cómo está vuestro padre, del que me hablasteis? ¿Vive todavía?". (Génesis 43, 27)
Les sentaron frente a José, cada uno en su puesto, del mayor al menor, y se miraban asombrados unos a otros. (Génesis 43, 33)
Él les mandaba desde su mesa las porciones, y la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de todos los otros. Así bebieron y se alegraron en su compañía. (Génesis 43, 34)
Apenas habían salido de la ciudad, de la que no estaban lejos, cuando José dijo a su mayordomo: "Levántate, sigue a esos hombres, dales alcance y diles: ¿Por qué habéis devuelto mal por bien? (Génesis 44, 4)
Él les dio alcance y les habló de este modo. (Génesis 44, 6)
y José les preguntó: "¿Qué es lo que habéis hecho? ¿No sabíais que un hombre como yo sabe adivinar?". (Génesis 44, 15)
Entonces él les dijo: "Acercaos a mí". Y ellos se acercaron. Él dijo: "Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. (Génesis 45, 4)
Así lo hicieron los hijos de Israel. José les proporcionó carros conforme a la orden del Faraón y les proveyó de víveres para el camino. (Génesis 45, 21)
Se despidió de sus hermanos y les dijo: "No discutáis por el camino". (Génesis 45, 24)
Pero él no se inmutó, porque no les creía. Cuando ellos le contaron todo lo que José les había dicho y cuando vio los carros que José enviaba para llevarlo, el espíritu de Jacob, su padre, reaccionó. (Génesis 45, 27)