Löydetty 609 Tulokset: estaba

  • El lino y la cebada quedaron destrozados, pues la cebada estaba ya espigada y el lino en flor. (Exodo 9, 31)

  • Cuando el Faraón estaba cerca, los israelitas alzaron los ojos y vieron que los egipcios seguían tras ellos. Llenos de terror clamaron al Señor (Exodo 14, 10)

  • Mientras Aarón estaba hablando, miraron hacia el desierto, y vieron aparecer la gloria del Señor en la nube. (Exodo 16, 10)

  • Jetró, suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de éste, se llegó hasta el desierto, donde estaba acampado, al monte de Dios, (Exodo 18, 5)

  • Al tercer día, a eso del amanecer, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube sobre la montaña y un sonido muy fuerte de trompeta; todo el pueblo, que estaba en el campamento, temblaba. (Exodo 19, 16)

  • El pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se aproximó a la nube donde estaba el Señor. (Exodo 20, 21)

  • de la cesta de los panes sin levadura, que estaba delante del Señor, tomó una torta sin levadura, una torta amasada con aceite, y un hojaldre, y los puso sobre las grasas y la pierna derecha. (Levítico 8, 26)

  • pero si es viuda o divorciada y no tiene hijos y vuelve a casa de su padre como estaba durante la juventud, podrá comer el alimento de su padre. Pero ningún extraño lo podrá comer. (Levítico 22, 13)

  • Moisés se lo ordenó a los israelitas, y todos sus jefes trajeron cada uno su vara: doce varas. En medio de todas estaba la de Aarón. (Números 17, 21)

  • Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, como se le había ordenado, (Números 20, 9)

  • Israel lo derrotó al filo de la espada, y conquistó su territorio desde el Arnón hasta el Yaboc, hasta los amonitas, pues Yahás estaba en la frontera de los amonitas. (Números 21, 24)

  • Éstas son las palabras que Moisés dirigió a todo Israel cuando todavía estaba al otro lado del Jordán, en el desierto, en la Arabá, que está frente a Suf, entre Parán, Tofel, Labán, Jaserot y Di Zahab. (Deuteronomio 1, 1)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina