Löydetty 174 Tulokset: decía
les decía: "No sé yo cómo habéis aparecido en mi seno, puesto que no he sido yo la que os ha dado el espíritu y la vida, ni la que unió los miembros de vuestro cuerpo. (II Macabeos 7, 22)
Lleno de ira, se propuso hacer pagar a los judíos la injuria recibida de quienes lo habían puesto en fuga. Y así mandó al conductor de su carro apresurar la marcha sin parar en el momento en que venía sobre él el juicio de Dios. Pues se decía, lleno de orgullo: "En cuanto llegue a Jerusalén, haré de la ciudad un cementerio de judíos". (II Macabeos 9, 4)
Y el malvado oraba a Dios -que no había de compadecerse de él-, y decía (II Macabeos 9, 13)
La carta de Lisias decía así: "Lisias al pueblo de los judíos, salud. (II Macabeos 11, 16)
La carta de Antíoco decía así: "El rey Antíoco, a su hermano Lisias, salud. (II Macabeos 11, 22)
También los romanos les enviaron una carta, que decía así: "Quinto Memmio y Tito Manlio, legados de los romanos, a los de la nación de los judíos, salud. (II Macabeos 11, 34)
Y oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? (Isaías 6, 8)
Yo decía: A la mitad de mis días tengo que ir a las puertas del abismo; seré privado del resto de mis años. (Isaías 38, 10)
Y decía: Ya no veré al Señor en la tierra de los vivos; no veré a nadie más de los habitantes de la tierra. (Isaías 38, 11)
Yo decía: En vano me he afanado, para nada he gastado mis fuerzas. Pero mi derecho está en las manos del Señor, mi recompensa en mi Dios. (Isaías 49, 4)
Sión decía: El Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí. (Isaías 49, 14)
Me he dejado consultar por los que no me preguntaban, me he dejado encontrar por los que no me buscaban. Decía: Aquí estoy, aquí estoy, a una nación que no invocaba mi nombre. (Isaías 65, 1)