Löydetty 204 Tulokset: cosa

  • ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! Hay que hacer una cosa sin descuidar la otra. (Mateo 23, 23)

  • El paralítico se levantó, cargó inmediatamente con la camilla y salió a la vista de todos. Todos se quedaron sobrecogidos y glorificaron a Dios, diciendo: "Jamás hemos visto cosa igual". (Marcos 2, 12)

  • Jesús lo miró con amor y le dijo: "Te queda una cosa que hacer: Anda, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme". (Marcos 10, 21)

  • pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo; es para quienes ha sido reservado". (Marcos 10, 40)

  • Jesús manifestó: "Simón, tengo que decirte una cosa". Y él: "Maestro, di". (Lucas 7, 40)

  • Mas, ¡ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la menta y de la ruda y de todas las legumbres, y olvidáis la justicia y el amor de Dios! ¡Hay que hacer una cosa sin descuidar la otra! (Lucas 11, 42)

  • Al oírlo Jesús, le dijo: "Aún te queda una cosa por hacer: Vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después, ven y sígueme". (Lucas 18, 22)

  • Yo y el Padre somos una sola cosa". (Juan 10, 30)

  • Si fueseis del mundo, el mundo os amaría como cosa suya. Pero como no sois del mundo, pues yo os elegí y os saqué del mundo, por eso el mundo os odia. (Juan 15, 19)

  • Ya no estoy en el mundo; pero ellos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guarda con tu poder a los que me has confiado, para que sean, como nosotros, una sola cosa. (Juan 17, 11)

  • Que todos sean una sola cosa; como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. (Juan 17, 21)

  • Todos los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma, y nadie llamaba propia cosa alguna de cuantas poseían, sino que tenían en común todas las cosas. (Hechos 4, 32)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina