Löydetty 204 Tulokset: cosa
Por eso, esto dice el Señor todopoderoso: "Voy a probarlos en el crisol; ¿qué otra cosa puedo hacer con la hija de mi pueblo? (Jeremías 9, 6)
El corazón es complejo más que toda otra cosa y perverso: ¿quién lo conoce a fondo? (Jeremías 17, 9)
Han construido lugares de culto a Baal para quemar a sus propios hijos en su honor, cosa que yo no había prescrito ni ordenado, ni se me había ocurrido jamás. (Jeremías 19, 5)
Pues nos ha remitido a Babilonia este mensaje: La cosa va para largo; edificaos casas y habitadlas, plantad huertos y comed sus frutos". (Jeremías 29, 28)
¿Hasta cuándo andarás lejos, hija rebelde? Pues el Señor crea una cosa nueva en la tierra: la mujer rodeará al varón. (Jeremías 31, 22)
Y han construido además los lugares de culto a Baal en el valle de Ben-Hinnón para sacrificar a sus hijos y a sus hijas a Moloc, cosa que yo no les había ordenado, ni había pasado jamás por mi mente que se cometiera tal horror para arrastrar a Judá al pecado. (Jeremías 32, 35)
para aquellos que vienen a combatir contra los caldeos. Pero esto no conducirá a otra cosa que a llenar la ciudad de los cadáveres de aquellos a quienes yo hiera en mi cólera y mi furor al retirar mi rostro de esta ciudad por motivo de toda su perversidad: (Jeremías 33, 5)
El rey Sedecías mandó a buscar al profeta Jeremías a la tercera puerta del templo del Señor; el rey dijo a Jeremías: "Tengo que preguntarte una cosa, no me ocultes nada". (Jeremías 38, 14)
El profeta Jeremías les contestó: "Os he oído. Yo pediré al Señor, vuestro Dios, conforme a vuestros deseos. Cualquier cosa que el Señor os responda yo os la comunicaré, sin ocultaros nada". (Jeremías 42, 4)
Cosa vana son, obras ridículas. En el tiempo de su castigo desaparecerán. (Jeremías 51, 18)
Han sido hechos por artesanos y orfebres, y no son otra cosa que lo que sus artífices quieren que sean. (Baruc 6, 45)
No siendo otra cosa que madera, dorada o plateada, fácilmente se puede deducir de aquí que no son más que mentira. Para todos, naciones y reyes, resultará claro que no son dioses, sino hechura de manos de hombres, y que en ellos no hay ninguna operación divina. (Baruc 6, 50)