Löydetty 822 Tulokset: corazón puro

  • Su corazón es falso, pero ahora lo pagarán; él demolerá sus altares, destruirá sus estelas. (Oseas 10, 2)

  • ¿Cómo voy a abandonarte, Efraín; cómo voy a traicionarte, Israel? ¿Es que voy a tratarte como a Admá, y dejarte igual que a Seboín? Mi corazón se revuelve dentro de mí, y todas mis entrañas se estremecen. (Oseas 11, 8)

  • Yo los apacenté y se saciaron; y, una vez saciados, su corazón se envaneció y de mí se olvidaron. (Oseas 13, 6)

  • Caeré sobre ellos como una osa privada de sus cachorros; desgarraré su corazón, los devoraré como un león, y las fieras del campo los harán pedazos. (Oseas 13, 8)

  • Yo los curaré de su apostasía, los amaré de todo corazón, pues mi ira se ha apartado ya de ellos. (Oseas 14, 5)

  • Y ahora -dice el Señor- volved a mí de todo corazón con ayunos, llantos y lamentos; (Joel 2, 12)

  • desgarrad vuestro corazón, no vuestros vestidos; volved al Señor, vuestro Dios, porque él es clemente y misericordioso, lento a la ira, lleno de lealtad y no le gusta hacer daño. (Joel 2, 13)

  • La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que habitas en las cavernas de las rocas, que pones en las alturas tu morada, y piensas: "¿Quién me hará caer a tierra?". (Abdías 1, 3)

  • Ésta es la ciudad alegre que vivía confiada y decía en su corazón: "¡Yo, y sólo yo!". ¡Cómo ha quedado desolada! ¡Una guarida de fieras! Todo el que pasa junto a ella silba y agita la mano. (Sofonías 2, 15)

  • ¡Canta himnos, hija de Sión, alégrate, Israel, regocíjate y goza de todo corazón, hija de Jerusalén! (Sofonías 3, 14)

  • Endurecieron su corazón como el diamante para no escuchar la enseñanza y las palabras que el Señor todopoderoso inspiró a los profetas pasados. Entonces el Señor todopoderoso se irritó muchísimo. (Zacarías 7, 12)

  • Efraín será como un héroe, se alegrará su corazón como por el vino; sus hijos, al verlos, se llenarán de alegría, y su corazón se regocijará en el Señor. (Zacarías 10, 7)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina