Löydetty 822 Tulokset: corazón puro

  • No debe tener muchas mujeres, para que no se desvíe su corazón, ni grandes cantidades de oro o plata. (Deuteronomio 17, 17)

  • diciendo: ¡Escucha, Israel! Hoy mismo vais a dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, no tembléis ni os asustéis ante ellos, (Deuteronomio 20, 3)

  • Hoy te manda el Señor, tu Dios, poner por obra estos preceptos y mandatos. Guárdalos y ponlos en práctica con todo tu corazón y toda tu alma. (Deuteronomio 26, 16)

  • El hombre más delicado y refinado entre vosotros mirará con malos ojos a su hermano, a la esposa de su corazón y a los hijos que todavía le quedan, (Deuteronomio 28, 54)

  • La mujer más delicada y refinada entre vosotros, que por su delicadeza apenas se atrevía a pisar la tierra con la planta de sus pies, mirará con malos ojos al marido de su corazón y a sus hijos (Deuteronomio 28, 56)

  • No encontrarás la paz entre esas naciones ni habrá descanso para la planta de tus pies, sino que el Señor te dará un corazón asustado, ojos apagados y ánimo abatido. (Deuteronomio 28, 65)

  • Por la mañana dirás: ¡Ojalá que ya fuera de noche! Y por la tarde dirás: ¡Ojalá que ya fuera de día!, por el pavor que se habrá apoderado de tu corazón y por las cosas que verán tus ojos. (Deuteronomio 28, 67)

  • Que no haya entre vosotros ni hombre ni mujer ni familia ni tribu que aparte hoy su corazón del Señor, nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; que ninguno de vosotros sea como una planta amarga y venenosa. (Deuteronomio 29, 17)

  • Cuando se hayan cumplido en ti todas estas palabras, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las hayas meditado en tu corazón en medio de las naciones donde te habrá arrojado el Señor, tu Dios, (Deuteronomio 30, 1)

  • si de nuevo te vuelves hacia él y le obedeces, tú y tus hijos, con todo tu corazón y toda tu alma, según todo lo que yo te mando hoy, (Deuteronomio 30, 2)

  • El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el de tus descendientes para que le ames con todo tu corazón y toda tu alma, y así vivas. (Deuteronomio 30, 6)

  • si le obedeces, observas sus mandamientos y preceptos escritos en el libro de esta ley, y si te vuelves a él con todo tu corazón y toda tu alma. (Deuteronomio 30, 10)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina