Löydetty 82 Tulokset: colinas

  • de sus crímenes y los de sus padres juntamente -dice el Señor-, los que quemaron incienso en los montes y en las colinas me ultrajaron. Mediré bien su merecido y se lo echaré en su corazón. (Isaías 65, 7)

  • Oh, sí, las colinas no son más que mentira, así como el tumulto de los montes. Realmente sólo el Señor, nuestro Dios, es la salvación de Israel. (Jeremías 3, 23)

  • He mirado a los montes: retemblaban, y todas las colinas se estremecían. (Jeremías 4, 24)

  • Los asnos salvajes, tendidos sobre las colinas peladas, aspiran el aire como los chacales, mientras sus ojos palidecen por falta de pasto. (Jeremías 14, 6)

  • y las montañas, en plena campiña). Tus bienes, todos tus tesoros los entregaré al saqueo por todos los pecados cometidos en las colinas en todo el territorio. (Jeremías 17, 3)

  • Yo exterminaré de Moab -dice el Señor- a aquellos que ofrecen sacrificios en las colinas y queman incienso a sus dioses. (Jeremías 48, 35)

  • Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor Dios. Así habla él a los montes y a las colinas, a las gargantas y a los valles: Ved que yo voy a hacer venir contra vosotros la espada y destruiré las colinas, (Ezequiel 6, 3)

  • Por todo vuestro territorio las ciudades serán arruinadas y devastadas las colinas, a fin de que sean destruidos y devastados vuestros altares, despedazados y aventados vuestros ídolos, hechas añicos vuestras columnas y aniquiladas vuestras obras. (Ezequiel 6, 6)

  • tomaste tus vestidos y te preparaste en las colinas tiendas de abigarrados colores, para entregarte en ellas a la lujuria, como no había sucedido ni sucederá jamás. (Ezequiel 16, 16)

  • Esto dice el Señor Dios: Por haber dicho el enemigo contra vosotros: ¡Ja, ja, estas colinas eternas han pasado a nuestra herencia!, (Ezequiel 36, 2)

  • por eso, escuchad, montes de Israel, la palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles, a las ruinas desiertas y a las ciudades desoladas que han sido botín y blanco de burlas de las naciones circunvecinas. (Ezequiel 36, 4)

  • Por eso, profetiza sobre el país de Israel, di a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy; en mis celos y en mi furor he hablado; porque habéis sido expuestos al oprobio de las naciones, (Ezequiel 36, 6)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina