Löydetty 82 Tulokset: colinas

  • Reconstruyó las colinas que su padre Ezequías había destruido; levantó altares a Baal, y un cipo sagrado, como había hecho Acaz, rey de Israel; adoró a todos los astros del cielo y les rindió culto. (II Reyes 21, 3)

  • Luego suprimió los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían instituido y que habían quemado incienso en las colinas, en las ciudades de Judá y en los aledaños de Jerusalén; suprimió también a los que habían quemado incienso a Baal, al sol, a la luna, a los planetas y todos los astros del cielo. (II Reyes 23, 5)

  • Mandó venir a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá, profanó las colinas donde los sacerdotes habían quemado incienso desde Guibeá hasta Berseba y destruyó la colina de los sátiros que había a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad, la cual se encuentra a la derecha del que entra por la puerta de la ciudad. (II Reyes 23, 8)

  • Pero los sacerdotes de las colinas no iban al altar del Señor en Jerusalén, aunque comían los panes sin levadura con sus hermanos. (II Reyes 23, 9)

  • Profanó las colinas que había al oriente de Jerusalén y al sur del monte Olivete, y que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astarté, ídolo repugnante de Moab, y a Camós, ídolo repugnante de los amonitas. (II Reyes 23, 13)

  • Josías suprimió también todos los santuarios de las colinas que había en las ciudades de Samaría, construidos por los reyes de Israel, irritando al Señor. Hizo con ellos lo mismo que había hecho en Betel. (II Reyes 23, 19)

  • Inmoló sobre los altares a todos los sacerdotes de las colinas que había allí, quemó sobre ellos huesos humanos y luego se volvió a Jerusalén. (II Reyes 23, 20)

  • Jeroboán había instituido su propio sacerdocio para las colinas, los sátiros y los becerros que había mandado fundir. (II Crónicas 11, 15)

  • Destruyó los altares de los dioses extranjeros, las colinas, las estelas y los cipos sagrados; (II Crónicas 14, 2)

  • Hizo desaparecer de todas las ciudades de Judá los santuarios de las colinas y los cipos del culto solar. El reino disfrutó de tranquilidad durante sus días. (II Crónicas 14, 4)

  • En cambio, no se quitaron las colinas, aunque Asá fue siempre fiel al Señor. (II Crónicas 15, 17)

  • Siguió con orgullo los caminos del Señor, y quitó de nuevo de Judá las colinas y las imágenes de Aserá. (II Crónicas 17, 6)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina