Löydetty 136 Tulokset: Saco

  • sólo al Señor, que os sacó de Egipto con gran fuerza y poder, le daréis culto, os postraréis ante él y le ofreceréis sacrificios. (II Reyes 17, 36)

  • Cuando el rey Ezequías oyó esto, rasgó sus vestiduras, se cubrió de saco y entró en el templo del Señor. (II Reyes 19, 1)

  • Y mandó a Eliaquín, el mayordomo, a Sebná, el secretario, y a los sacerdotes más ancianos, vestidos de saco, a decir al profeta Isaías, hijo de Amós: (II Reyes 19, 2)

  • Sacó del templo del Señor la imagen de Aserá, la quemó a las afueras de Jerusalén, junto al torrente Cedrón, y tiró sus cenizas en la fosa común. (II Reyes 23, 6)

  • Sacó de allí, como había dicho el Señor, todos los tesoros del templo del Señor y del palacio real, e hizo pedazos todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había fabricado para el santuario del Señor. (II Reyes 24, 13)

  • Degolló a sus hijos en su presencia, y a él le sacó los ojos y lo llevó encadenado a Babilonia. (II Reyes 25, 7)

  • El año treinta y siete de la cautividad de Jeconías, rey de Judá, el duodécimo mes, el día veintisiete del mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su ascensión, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la prisión. (II Reyes 25, 27)

  • David levantó los ojos y vio al ángel del Señor que estaba entre la tierra y el cielo, con la espada desenvainada en su mano y vuelta hacia Jerusalén. El rey y los ancianos, vestidos de saco, cayeron con sus rostros en tierra, (I Crónicas 21, 16)

  • Además, los utensilios de oro y plata del templo de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y se llevó a Babilonia, serán restituidos, devueltos al templo de Jerusalén y colocados en su sitio propio en el templo de Dios. (Esdras 6, 5)

  • El día veinticuatro de aquel mismo mes, los israelitas, vestidos de saco y cubierta de tierra la cabeza, se congregaron para el ayuno. (Nehemías 9, 1)

  • El ángel le dijo: "Agarra al pez y no lo dejes escapar". Tobías lo agarró y lo sacó a tierra. (Tobías 6, 3)

  • Tobías recordó entonces las palabras de Rafael. Sacó de su talega el hígado y el corazón del pez y los echó en el brasero del incienso. (Tobías 8, 2)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina